El Director General de Cuidados Sociosanitarios y el Director del Plan de Cuidados Paliativos visitan el Hogar Asun Almajano para la recuperación de la salud de HOGAR SÍ y Fundación MAAS en Córdoba
El Director General de Cuidados Sociosanitarios, José Repiso, y el Director del Plan de Cuidados Paliativos, Antonio Llergo, de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía han visitado hoy una de las viviendas para la recuperación de la salud “Hogares Asun Almajano” para personas en situación de sinhogarismo en Córdoba.
Esta vivienda fue puesta en marcha en 2018 por HOGAR SÍ y Fundación María Asunción Almajano Salvo y está dedicada a la recuperación de la salud de personas en situación de sinhogarismo que han sido objeto de un alta hospitalaria y se encuentran en un periodo de convalecencia médica o, bien que sufren una enfermedad grave, crónica o en fase terminal y necesitan cuidados sanitarios específicos no hospitalarios.
La vivienda cuenta con 12 plazas, que en la actualidad se encuentran al 100% y con una amplia lista de espera. Recibe financiación autonómica para 7 plazas y otras fuentes de financiación para plazas estatales. Desde su puesta en marcha en 2018, ha atendido a 78 personas en situación de sinhogarismo derivadas de todas las provincias de la Comunidad Autónoma.
Durante su visita, los representantes de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía han estado acompañados por Roxana Bettoni, directora de la Unidad de Soluciones de HOGAR SÍ, y por Patricia Gómez, directora de las viviendas para la recuperación de la salud de la entidad, y Luis Almajano, patrono secretario de la Fundación MAAS.
Vivir en la calle es incompatible con el derecho a la salud
En España hay al menos 33.000 personas en situación de sinhogarismo. En Andalucía los datos más actualizados informan que en 2017, solo en los 8 municipios más poblados de cada provincia, había 1.731 personas en situación de sinhogarismo, a lo que sería necesario añadir a las personas que se encuentran en el resto de las ciudades y pueblos de la comunidad andaluza.
“El 30% de las personas en situación de sinhogarismo sufren enfermedades graves, y tienen muchas más barreras para cuidar la salud. El sistema de salud está pensado para personas que tienen una vivienda donde poder recuperarse y cuidarse”, afirma Bettoni.
Las viviendas para la recuperación de la salud tienen como objetivo velar por el acceso y mantenimiento del cuidado de la salud de las personas afectadas por el sinhogarismo, tratando de conseguir que ninguna persona se vea obligada a afrontar un proceso de enfermedad en la calle, promoviendo el acceso a derechos y mejorando su calidad de vida y proporcionando dignidad en la enfermedad y/o muerte.
Para abordar la situación de especial vulnerabilidad que sufren las personas en situación de sinhogarismo con problemas de salud física, es necesaria una intervención sociosanitaria, es decir, la actuación simultánea del sistema de salud y del sistema social. El programa promueve esta intervención provocando la coordinación y sinergias entre ambas redes de atención.
“Es imposible tener hábitos saludables en torno a la alimentación, la higiene y el descanso cuando una persona está viviendo en la calle. Esta realidad afecta de manera directa en la recuperación tras una enfermedad o intervención médica, el seguimiento de un tratamiento médico o en afrontar de manera digna el proceso de fin de la vida.” explica Bettoni.
HOGAR SÍ y la Fundación MAAS tienen viviendas para la recuperación de la salud “Hogares Asun Almajano” en Córdoba y Murcia con 14 plazas para las personas de todas las provincias en la comunidad autónoma y 12 plazas reservadas para personas de otras regiones que requieran de este servicio en toda España.
Recientemente se llevó a cabo un proceso de evaluación de estas viviendas desde una doble perspectiva: resultados en las personas y eficiencia económica.
Los resultados en las personas muestran una mejora significativa en la calidad de vida de los clientes en todas las áreas relacionadas con el bienestar emocional, físico y material, las relaciones interpersonales, la autodeterminación, la inclusión social y el acceso a derechos.
Por último, respecto a la eficiencia económica, la entrada de las personas al programa se asocia a una reducción en los de costes sanitarios: visitas médicas, atención en urgencias, pruebas diagnósticas y hospitalizaciones, se estima que el ahorro anual por persona al año es de 19.468,6€.
¿Te imaginas vivir en la calle con un problema de salud?
Testimonio de Luis, más de 20 años viviendo en la calle.