EQUIPO

Llevo más de 20 años embarcado en la aventura de HOGAR SÍ . De su fundadora aprendí que la indignación por la existencia del sinhogarismo puede convertirse en pasión para acabar con él. Hoy sigo indignado y apasionado.

¿Cómo podemos permitir esta vulneración sistemática de los derechos humanos? ¿En qué momento hemos normalizado que haya personas viviendo en la calle? Éstas son las preguntas que me hago una y otra vez. Éstas son las preguntas que me mueven en la lucha contra el sinhogarismo.

Me mueve la convicción de que entre todos podemos construir una sociedad mejor y más justa, la responsabilidad de hacer algo por contribuir a ese objetivo y la seguridad de que cualquier aportación suma y nos coloca más cerca del resultado.

Tenemos la inmensa responsabilidad que con nuestro trabajo diario construyamos causa con el firme propósito de acabar con el sinhogarismo. Tenemos que hacer posible que disfrutar de una vida digna para todas las personas sea además de un derecho, un hecho.

El sinhogarismo es una vulneración de los derechos humanos y mi sueño es una sociedad inclusiva y justa. Es un fenómeno solucionable y quiero ser parte activa de esa solución.

“No acepto vivir en una sociedad que no cuida de su gente. Contribuir cada día en la erradicación del sinhogarismo es la mayor de las causas posibles y la mejor de las motivaciones para levantarse cada día.”

Mujeres, hombres y jóvenes que caen en el sinhogarismo. Viven y mueren en la calle. Cada día tengo la oportunidad de luchar porque esta historia no se repita. Lucho contra el sinhogarismo.

El día que la ciudadanía se haga consciente de que el sinhogarismo no es fruto de malas decisiones, sino de una estructura social excluyente y privadora de derechos, estaremos caminando hacia una sociedad inclusiva, plena y libre, en la que cada persona que la conforma cuenta. Que ese día llegue es lo que nos mueve y nos obliga a inventarnos y reinventarnos.

Me mueve luchar contra las injusticias y las desigualdades. Aquí siento que puedo contribuir con mi esfuerzo y mi trabajo, a que cualquier persona pueda lograr un hogar donde sentirse segura. Me motiva estar en un lugar en el que se apuesta por soluciones efectivas y enfoques integrales como medidas fundamentales para acabar con el sinhogarismo.

Desde que llegué no he hecho más que reafirmarme en las razones que me llevaron a embarcarme en este proyecto. Trabajamos por una causa justa, tenemos la determinación y buscamos las herramientas que nos permitan generar los cambios para acabar definitivamente con el sinhogarismo.

El sinhogarismo es un fenómeno global. A nivel internacional cada vez hay más personas que viven en la calle, sin embargo esta situación se puede cambiar y hay ejemplos de ello. Desde que entré en HOGAR SÍ mi objetivo ha sido ayudar para que España llegue a ser parte de los referentes internacionales en el que erradicar el sinhogarismo sea una realidad.

Tener una casa donde soñar, donde imaginar, donde llorar o donde reír, sola o acompañada, no puede ser un privilegio. Todas las personas tenemos el derecho a un hogar desde el que construir nuestro proyecto de vida. Me ilusiona contribuir con mi saber hacer a que pueda ser una realidad.

Luchar contra el sinhogarismo, es luchar contra el sistema en su conjunto, que agrede a la persona sin hogar de forma reiterativa, mecánica e indolente en todos sus flancos: sanidad, vivienda, empleo, relaciones sociales, etc. Desde HOGAR SÍ tenemos la responsabilidad de luchar contra esta injusticia y sumar a la ciudadanía a nuestra causa.

Hoy, contamos con el conocimiento y las herramientas necesarias para que nadie tenga que vivir en la calle. Si entendemos el sinhogarismo como algo inaceptable, podremos erradicarlo. Mi misión es forjar alianzas transformadoras que impulsen un cambio social real y sostenible.

En España hay 37.000 personas en situación de sinhogarismo. El sinhogarismo no es una elección personal. Nadie elige vivir en la calle. Nadie elige ser víctima de un delito de odio. Así que, tengo 37.000 razones para levantarme todos los días y trabajar, perseverantemente, para erradicar el sinhogarismo, la aporofobia y la injusticia social.

No me imagino cómo tiene que ser vivir sin un lugar, uno solo, en el que sentirte segura, tranquila, independiente, poder hacer lo que te plazca, cuidarte, desarrollarte y compartir con tu gente. Esto es lo que viven día a día las personas sin hogar, y esto es lo que afortunadamente HOGAR SÍ se esfuerza por erradicar. Siempre revisando cómo se hacen las cosas para mejorarlas e innovando para hacerlo posible.

Creo profundamente en las personas para conseguir el acceso a sus derechos. Un mundo solidario, en el que las personas ejerzamos nuestra libertad y nuestra responsabilidad para conseguir que todo el mundo tengan un hogar.

Tener una casa donde soñar, donde imaginar, donde llorar o donde reír, sola o acompañada, no puede ser un privilegio. Todas las personas tenemos el derecho a un hogar desde el que construir nuestro proyecto de vida. Me ilusiona contribuir con mi saber hacer a que pueda ser una realidad.

“En HOGAR SÍ he conocido a un equipo extraordinario de profesionales que creen que es posible erradicar el sinhogarismo en España. Agradezco poder ser parte de este equipo y contribuir con mi esfuerzo e ilusión a dar esperanza, compañía y confianza a estas personas para que recuperen su vida y dignidad, y sientan que no están solas“.

“Estoy convencido que la erradicación del sinhogarismo en España es posible, y he encontrado en HOGAR SÍ una institución y un equipo humano totalmente enfocado para conseguirlo. Ninguna persona debería vivir en la calle y es responsabilidad de todos afrontar esta problemática social“.

“Formar parte del Patronato y sumar a la causa de Hogar Sí, supone un ilusionante reto para mí pues me permite poner mi experiencia profesional en el sector inmobiliario al servicio de la causa del sinhogarismo en España”.

“Siempre hemos apostado por una solución basada en el derecho a un hogar. Hay que conseguir que nuestras administraciones públicas ofrezcan mayor cobertura a las personas que lo necesitan y cambiar el modelo de atención hacia uno de vivienda con apoyos personalizados para conseguir que las personas tengan proyectos de vida independiente”.

``El sinhogarismo es un problema estructural; para solucionarlo se deben atender esas causas sociales, políticas y económicas. Hablamos de personas que no tienen red de apoyo, no pueden recurrir a nadie. El sistema, el cual somos todos, debe garantizar su salud y seguridad y eso únicamente se puede hacer en un hogar”.

“Estoy convencido que el sinhogarismo puede, y debe, ser erradicado en una sociedad moderna. Ayudar a una sola persona a recuperar una vida plena y normalizada es ya un éxito, pero solo la completa erradicación del sinhogarismo nos permitirá estar orgullosos de nuestra sociedad”.

“La causa del sinhogarismo me motiva especialmente porque es solucionable, y porque en HOGAR SÍ se está afrontando desde la innovación“.

“La calle mata, pero mata mucho más la indiferencia. Podemos erradicar el sinhogarismo si decimos juntos HOGAR, SÍ”.

``La valentía de HOGAR SÍ, lo innovador de su forma de trabajar y lo eficaz de su planteamiento hacen que vea posible que las personas que alguna vez se encuentran sin hogar, logren que esta situación sea transitoria”.