Adolfo necesita con urgencia una silla de ruedas eléctrica para recuperar la movilidad

Adolfo podría ser cualquiera de nosotros: cuando era más joven vivió una vida caótica, quizá tuvo menos oportunidades o quizá las tuvo, pero no las reconoció. Adolfo tiene ahora 50 años y está confinado a una silla de ruedas porque un trágico accidente le dejó sin piernas para andar.

Aunque tiene derecho a una pequeña pensión de invalidez del Estado, las deudas que ha acumulado a lo largo de su vida le han imposibilitado recibir cualquier subsidio.

Su única opción es trabajar, seguir contribuyendo a la sociedad y salir adelante. Está recibiendo todo el apoyo profesional y económico de HOGAR SÍ para salir adelante. Adolfo vive en una vivienda de recuperación de la salud de la fundación, que le ayuda a encontrar trabajo, pagar sus deudas con el Estado y reintegrarse en la sociedad.

El problema es que, dadas sus circunstancias y debido a su discapacidad, Adolfo sólo dispone de una silla de ruedas convencional que limita su movilidad, y ni él ni la organización tienen recursos suficientes para ayudarle a adquirir un modelo eléctrico que le daría la autonomía que necesita para seguir adelante.